
Introducción:
Como viste en la Unidad anterior, la acción política de las mujeres contribuyó a incorporar la violencia de género en la agenda pública y desmentir la idea de que era un asunto privado. A partir de que este problema se posiciona como un asunto de interés público en México se empieza a construir una Política Nacional en la materia.
Por ello, actualmente en nuestro país tenemos instrumentos normativos y programáticos, como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en la que se contemplan cuatro ejes de acción: prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres.
En esta Unidad, nos concentraremos en el eje de la prevención para comprender a mayor profundidad en qué consiste y cuáles son algunas de las principales estrategias que este eje de acción implica.
Objetivo:
Comprender qué es la prevención e identificar las acciones estratégicas para prevenir la violencia contra las mujeres.
Contenido:
- Tema 1. ¿Qué es la prevención y cuál es su importancia?
- Tema 2. Acciones estratégicas para prevenir la violencia contra las mujeres.
Prevenir la violencia contra las mujeres es un componente de la política pública en esta materia por lo tanto, las y los servidores públicos deben conocerlo y actuar para poner en marcha las disposiciones que la normatividad establece.
Prevenir la violencia contra las mujeres no es una tarea sencilla porque ello supone trastocar las causas profundas y culturales que la originan y la refuerzan y, por supuesto, propiciar el trabajo conjunto de los gobiernos, la sociedad organizada y la ciudadanía en general. En esta unidad, abordaremos los diferentes niveles de la prevención y recomendaciones para que tú como personal del servicio que se desempeña en las entidades y dependencias públicas puedas sumarte a esta labor conjunta.
La prevención es fundamental para lograr la erradicación de la violencia contra las mujeres. Es un elemento orientado a incidir en las causas, reducir los factores de riesgo, evitar la aparición de nuevos casos y la revictimización, y en un carácter más amplio, contribuir a la construcción de una sociedad libre de violencia, a partir de la transformación de lo que significa ser hombres o ser mujeres y de las relaciones de poder y desigualdad de unos hacia otras.

Como se abordó en la Unidad 1, la VCM se basa en la discriminación por motivos de género, encuentra sustento en construcciones sociales que están asociadas con ser hombre o mujer, y cómo a partir de esta asociación, se adjudican poderes diferenciados de acuerdo con el sexo de la persona y es la violencia el mecanismo que perpetua esta discriminación.
Además de las causas que han explicado la violencia, existen elementos que propician que las mujeres sean más vulnerables a enfrentar situaciones de violencia: factores de riesgo.
Un factor de riesgo es cualquier característica o circunstancia detectable que está asociada con un aumento en la probabilidad de padecer, desarrollar o tener exposición a una situación de violencia. Se diferencian de las causas de la violencia porque éstos varían con las circunstancias personales y podrían ser resueltos a través de medidas inmediatas. En contraste, están los factores de protección, los cuales pueden restar o disminuir el riesgo de que las mujeres vivan violencia. Si bien, ambos factores no son causas directas de violencia, sí están correlacionados:
- Experimentar abuso en la infancia.
- Abuso de sustancias.
- Trastornos psicológicos y psiquiátricos.
- Problemas económicos como el desempleo y el subempleo.
- Disparidades económicas, educativas y laborales entre hombres y mujeres.
- Marginación y exclusión de las mujeres.
- Conflicto y tensión en una relación de pareja.
- Falta de acceso a derechos de propiedad de las mujeres.
- Control masculino en la toma de decisiones.
- Actitudes y prácticas que refuerzan la subordinación de las mujeres y toleran y normalizan la violencia.
- Uso generalizado de la violencia dentro de las familias y las comunidades para enfrentar los conflictos.
- Falta de marcos legislativos y de políticas efectivas para prevenir y hacer frente a la violencia.
- Falta de cultura de denuncia, deficiencias en el acceso a la justicia e impunidad.
- Falta de concientización de las personas servidoras públicas.

- Educación secundaria (por lo menos) completa para niñas (y niños).
- Retardar la edad de los matrimonios hasta por lo menos, los 18 años.
- Autonomía económica de las mujeres y acceso a entrenamiento de sus capacidades, crédito y empleo.
- Normas sociales que promuevan la igualdad de género.
- Servicios (judiciales, de seguridad/protección, sociales y médicos) que articulen respuestas con calidad, dotación de personal con conocimientos, capacitación y entrenamiento adecuado.
- Disponibilidad de espacios seguros o refugios.
- Acceso a líneas telefónicas, grupos o redes de ayuda.

La prevención es un eje transversal que implica un universo muy amplio y diverso de estrategias a implementar y en las que pueden participar y confluir los diferentes actores (Estado mexicano, gobierno, sociedad civil, medios de comunicación, entre otros), así mismo en un eje que se vincula indispensablemente con los otros ejes de atención, sanción y erradicación, tal como lo establece la LGAMVLV.
Por ello, la LGAMVLV y su Reglamento señalan que la prevención se refiere al conjunto de estrategias que generen condiciones para erradicar la violencia y cualquier forma de discriminación hacia las mujeres, tanto en el ámbito público como en el privado, y que modifiquen los patrones de comportamiento sociales y culturales que se basan en estereotipos sexistas (INMUJERES. Curso en línea Por una Vida libre de Violencia, 2017).

En síntesis:
- La prevención es una de las estrategias fundamentales para lograr la erradicación de la violencia contra las mujeres.
- En la sociedad, como resultado de las interacciones humanas, se generan factores de riesgo asociados al aumento en la probabilidad de padecer, desarrollar o tener exposición a una situación de violencia; debido a ello, se tiene la responsabilidad de promover factores de protección cuyo objetivo sea contrarrestar o disminuir el riesgo de que las mujeres vivan violencia.
- Si bien el Estado mexicano, el gobierno y las instituciones públicas tienen la obligación de implementar acciones para prevenir la violencia, todas y todos debemos de participar en la prevención de la violencia hacia las mujeres y para ello es necesario promover un “cambio de actitudes y el cuestionamiento de los estereotipos existentes para poner fin a la aceptación de la violencia contra las mujeres, aunado a su empoderamiento político y económico para superar la posición de subordinación que socialmente ha sido asignada” (ONU: 2006, 112).