UNIDAD 02
TEMA 2
¿Dónde ocurre la violencia?

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia identifica las modalidades de la violencia como las diversas formas y/o manifestaciones que adquiere la violencia según los diferentes contextos o los ámbitos de ocurrencia. Sabemos que las mujeres son violentadas en su casa, en su trabajo, en la escuela, en la calle y en cualquier lugar. Pero conforme pasa el tiempo, los lugares donde ocurre la violencia se incrementan y diversifican, por ejemplo, hoy hablamos de la violencia que sufren las mujeres en el espacio digital o de la violencia que sufren las mujeres que llegan a tener un puesto político. Antes no eran comunes estos espacios, hoy en día eso es parte de nuestras vidas, y entonces podemos decir que los espacios donde ocurre la violencia aumentan, en vez de disminuir.

A continuación, nos centraremos en los múltiples espacios donde ocurre la violencia, en todas las personas que pueden violentar a las mujeres y en las maneras en que pueden hacerlo. Una modalidad de la violencia es la que ocurre en el ámbito familiar, que además, es el más común. Esto es alarmante porque nos indica que las mujeres no están a salvo ni con su propia familia. En este ámbito, el aspecto más importante que tenemos que considerar para identificarla es la relación que tiene la persona víctima con la persona agresora, es decir, que exista una relación de parentesco que incluye también el matrimonio y el concubinato.

La violencia en el ámbito familiar no ocurre necesariamente en el domicilio de la víctima y puede ser cometida por diferentes personas con las que la víctima tenga un vínculo familiar. Entonces, no está delimitada por el espacio físico en el que ocurre sino por la relación que existe entre la persona agresora y la víctima.

Lee con atención la siguiente infografía para conocer algunos datos sobre la violencia en los hogares

Aunque la violencia más común en el ámbito familiar es ejercida por la pareja de la víctima, en un 39.9% (ENDIREH, 2021), la ENDIREH también ha visibilizado la variedad de personas agresoras contra las mujeres dentro de este ámbito. El siguiente gráfico muestra esta variedad (excluyendo a la pareja). Como puedes ver, las personas agresoras más frecuentes son las hermanas o hermanos y el padre o la madre.

(23.2%)

Hermano o hermana

(15.5%)

Padre

(13.7%)

Madre

(9.7%)

Tío o tía

(8.3%)

Otra persona familiar

(7.5%)

Primo o prima

(5.7%)

Hijo o hija

(4.5%)

Cuñado o cuñada

(3.5%)

Abuela o abuelo

(3.4%)

Suegro o suegra

(2.4%)

Sobrino o sobrina

(2.2%)

Padrastro o madrastra

(0.4%)

Yerno

Como pudiste ver, el perfil de las personas que ejercen violencia en el ámbito familiar es diverso siendo más alto conforme el vínculo de parentesco sea más cercano. Es importante destacar que en el ámbito familiar pueden ocurrir todos los tipos de violencia descritos anteriormente: física, psicológica, patrimonial, económica y sexual.

A continuación, realiza el siguiente ejercicio para poner en práctica todo lo aprendido hasta ahora, una vez que has reconocido que existen varios tipos de violencia (psicológica, física, sexual, patrimonial y económica) y que uno de los espacios más comunes es en la familia tendrás en cuenta que estos elementos (tipos y modalidades) se cruzan y se entrelazan de maneras diversas, por ejemplo, en el ámbito familiar se pueden presentar todos los tipos de violencia, veámoslo en los siguientes casos.

Da clic en el siguiente video para conocer el caso de Liliana
Fuente: Inmujeres / ONU Mujeres
Da clic en el siguiente video para conocer el caso de Alejandra
Fuente: Inmujeres / ONU Mujeres

Otro ámbito en el que sucede la violencia contra las mujeres es el trabajo. La violencia en el ámbito laboral es una modalidad ejercida por las personas que tienen una relación laboral con la víctima, exista o no una relación jerárquica o un contrato formal. Esto quiere decir que puede ejercerla un compañero/a de trabajo o un jefe/a, incluso podemos hablar de una persona que es cliente o usuaria del lugar en el que trabaja la víctima.

Esta violencia laboral contra las mujeres, además de dañar gravemente a la víctima con manifestaciones sexuales y/o psicológicas, también atenta contra el desarrollo laboral y, con ello, contra la igualdad en este ámbito. Si uno de los principales problemas que existen es la desigualdad laboral entre hombres y mujeres, ¿cómo vamos a erradicar esta desigualdad si las mujeres son violentadas en sus espacios de trabajo?

Las mujeres pueden sufrir diferentes tipos de violencia en su trabajo. En suma, aquí se contemplan todas aquellas acciones (y omisiones) que atenten contra la permanencia o desarrollo de las mujeres en su puesto de trabajo o que afecten las condiciones con las que lo desempeña. Naturalmente, esto incluye la violencia física, pero también otro grupo de conductas como amenazas, intimidación, humillaciones, descalificación, entre otras. Por supuesto, aquí también se incluye el acoso y el hostigamiento sexual que vimos anteriormente.

Las formas en que las mujeres son violentadas en el ámbito laboral son un espectro amplio de conductas como pagarle menos a una mujer que a un hombre por el mismo trabajo o señalamientos de distinto tipo como “las mujeres no hacen un buen trabajo aquí”. Otro tipo de conductas frecuentes también son violentas, tales como solicitar una prueba de embarazo a las mujeres para darles un trabajo o pedirles la renuncia cuando tienen un hijo o hija, entre muchas otras.

El acoso sexual y el hostigamiento sexual que ocurre en los entornos laborales es un tema particularmente preocupante porque implica un abuso de poder que deriva en una serie de consecuencias negativas para la víctima. En el caso del hostigamiento, esto es más evidente porque existe una relación de subordinación entre la víctima y la persona agresora, por ejemplo, cuando un jefe emite comentarios sexuales a una mujer trabajadora está ejerciendo violencia sexual en el ámbito laboral. En este caso particular, la mujer sufre consecuencias graves derivadas de esta violencia, así se trate de contacto físico o comentarios. Además, lo que normalmente ocurre es que la mujer se siente vulnerada, se siente indefensa y con miedo y, la mayoría de las veces termina abandonando su trabajo.

Veamos la variedad de personas agresoras de las mujeres en el ámbito laboral identificadas en la ENDIREH (2021).

Porcentaje
Últimos 12 meses
Porcentaje
A lo largo de su vida
(36.6%)
(34.2%)

Compañero o compañera de trabajo

(17.5%)
(21.7%)

Jefe o jefa

(10.2%)
(10.7%)

Supervisor o supervisora

(6.3%)
(7.6%)

Gerente, directivo o directiva

(15.4%)
(10.5%)

Cliente

(5.9%)
(6.1%)

Persona desconocida del trabajo

(5.8%)
(5.9%)

Otra persona del trabajo

(2.3%)
(3.3%)

Persona familiar del patrón o patrona

Como puedes observar, las personas que ejercen en mayor medida violencia contra las mujeres en el ámbito laboral son los compañeros, los jefes y los clientes. Las personas pasan la mayor parte del día en sus trabajos, por lo menos ocho horas y el enfrentar la violencia además de generar situaciones de estrés e incomodidad, daña la autoestima e incluso la salud; además de que impide el desarrollo profesional y pone en riesgo el sustento económico. Al respecto, te invitamos a mirar el siguiente video en el que podrás conocer un caso de violencia contra las mujeres en el ámbito laboral.

Da clic en el siguiente video para conocer el caso de Martha
Fuente: Inmujeres / ONU Mujeres

Hasta aquí has visto la violencia que se ejerce en la familia y en los espacios de trabajo. Existen otros espacios que también son muy importantes: la escuela y la comunidad.

En el ámbito escolar ocurre la violencia docente, la cual es ejercida por las personas que tienen un vínculo docente con la persona víctima. Puede suceder, por ejemplo:

  • Cuando un maestro hostiga sexualmente a una estudiante, utilizando su posición de poder jerárquico, o un compañero de clase contra una compañera, acosándola sexualmente.
  • Cuando un maestro incurre en acoso sexual contra una maestra, o un director contra una mujer que tiene labores administrativas, convirtiéndose en hostigamiento sexual.

Como puedes observar, en el ámbito escolar, la violencia puede ocurrir contra estudiantes, docentes y mujeres del personal administrativo. Cuando sucede contra estas dos últimas, no solo es violencia docente, sino también violencia en el ámbito laboral.

Se puede ejercer violencia docente de diferentes maneras causando daños en la autoestima, la integridad física o emocional, la libertad y la seguridad de la víctima. Por ejemplo, violencia psicológica cuando un docente usa frases como:

Da clic en el siguiente video para conocer el caso de Rosario
Fuente: Inmujeres / ONU Mujeres

En muchas ocasiones, la violencia contra las mujeres es ejercida por personas conocidas, sin embargo, la violencia que ocurre en el ámbito de la comunidad se ejerce en mayor medida por personas desconocidas para la víctima. Esta violencia puede tener lugar en la calle, en la colonia, en los parques, transporte público, etcétera. Puede comprender desde un “piropo” o insinuación sexual, tocamientos, hasta violación y feminicidio; incluye toda clase de comentarios que buscan ofender o intimidar a las mujeres. Lamentablemente, muchas de las expresiones de violencia que sufren las mujeres en el espacio comunitario son toleradas y normalizadas. Incluso, cuando las mujeres se oponen o manifiestan su inconformidad, son culpadas o violentadas nuevamente.

Seguramente has escuchado comentarios como: “eso le pasa por andar sola en la calle a altas horas de la noche”, “quién le manda vestirse de manera provocadora”, “eso les pasa a las mujeres que frecuentan lugares que no son para ellas”, entre muchos otros comentarios que lo único que hacen es revictimizar a las mujeres al culparlas de la agresión que han recibido.

Un ejemplo de las maneras en que los tipos y modalidades de la violencia se cruzan es el acoso sexual en espacios públicos. De acuerdo con ONU Mujeres, los tipos de violencia sexual que pueden sufrir las mujeres y las niñas pueden incluir comentarios y tocamientos indeseados, hasta violaciones que pueden terminar en crímenes graves como el feminicidio. Asimismo, puede ocurrir en las calles, en el transporte público, en plazas, en espacios públicos, en mercados y en barrios (ONU Mujeres, 2019).

Además de la casa, la escuela, el trabajo y la comunidad, la violencia también puede ocurrir en las instituciones. La violencia institucional ocurre en las instituciones públicas y es cometida por personal del servicio público que con sus actos y omisiones discriminan a las mujeres e impiden y obstaculizan el ejercicio de sus derechos humanos. Esto puede identificarse de múltiples maneras.

Por ejemplo, si una mujer presenta una denuncia por haber sido víctima de algún tipo de violencia y las instituciones no le ofrecieron un trato digno estamos hablando de violencia institucional. Pero incluso, también cuando las instituciones encargadas de hacer justicia por un acto de violencia no responden adecuadamente.

En otros casos, también podemos hablar de conductas específicas de servidores/as públicos/as en los que agreden a las mujeres; por ejemplo, la que se realiza en espacios médicos públicos (violencia obstétrica). De igual forma puede incluir negaciones por parte de las autoridades a atender una denuncia de maltrato o cuando los ministerios públicos brindan un trato indigno a las mujeres al denunciar la violencia. Además, puede incluir actos como las violaciones o desapariciones forzadas que son cometidas contra mujeres por parte de policías o por el ejército.

Situar este tipo de violencia es importante porque sabemos que existe una baja tasa de denuncia por parte de las mujeres que son violentadas, y esto es porque el ámbito institucional de la violencia da cuenta de las represalias contra las mujeres que denuncian, por ejemplo, las desaparecen o asesinan; otras muchas veces, al presentar una denuncia son revictimizadas e ignoradas, y no obtienen justicia por parte de las instituciones.

Da clic en el siguiente video para ver un ejemplo de la revictimización que pueden padecer las mujeres al momento de denunciar
Fuente: Fundación Avon Argentina (2013)
En el año 2021, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), se colocó un “tendedero” de denuncia en la Ciudad de México en el que se mostraron diferentes experiencias que las mujeres vivieron cuando diversas personas servidoras públicas las ignoraron, las revictimizaron o las violentaron cuando fueron a poner una denuncia por violencia de género. En el tendedero se podían encontrar un buen número de frases como: “Yo denuncié, pero...”, “No denuncié porque…”, entre otras. Esto se hizo para visibilizar la violencia institucional que sufren las mujeres. Revisa el recurso aquí.

Ahora, hablemos de otro ámbito en el que ocurre la violencia contra las mujeres: el ámbito político. La violencia política contra las mujeres en razón de género ocurre en este ámbito y comprende todas aquellas acciones y omisiones que atentan contra el ejercicio de los derechos políticos y electorales de las mujeres, además, impide que las mujeres políticas lleven a cabo sus cargos o labores o que puedan acceder a espacios de toma de decisión, por ejemplo, candidaturas para ser electas.

Entonces, esta violencia puede ser cometida por una variedad de personas, entre los que destacan: personas que desempeñan un cargo público, dirigentes de partidos políticos, militantes de un partido, candidatas o candidatos, medios de comunicación o personas particulares, entre otros. Veamos algunos ejemplos.

Da clic en cada una de las ilustraciones para conocer ejemplos de violencia en el ámbito político

Existen muchas experiencias de mujeres políticas que han sido documentadas en diferentes estudios y que demuestran que los obstáculos a los que hacen frente las mujeres para ejercer sus derechos políticos y electorales son diversos y, por supuesto, diferentes a los que enfrentan los hombres (ONU Mujeres, 2020). La violencia contra las mujeres que tiene lugar en el espacio político comprende una variedad amplia de actos, tales como: amenazas a mujeres que han sido electas, inequidad en la distribución de recursos de campaña, ocultación de información, agresiones verbales, desestimación y descalificación, acoso, ataques físicos y hasta asesinatos, entre muchos otros.

En cuanto a la violencia en el ámbito digital y mediático, consiste en actos realizados con intención de causar daño, que se valen del uso de las tecnologías de la información y la comunicación. Puede ser cometida por cualquier persona que realice acciones tales como compartir imágenes, audios o videos de contenido íntimo sexual (pero, no se restringe a solo este tipo) de una persona sin su consentimiento.

Sucede cuando:

  • Un medio de comunicación presenta cobertura marcada por estereotipos sexistas o que promueva una cultura de la violencia contra las mujeres y las niñas, o difunda contenido que incite al odio basado en el género o cause algún tipo de daño a una mujer o niña (violencia mediática).
  • Una persona periodista o alguna persona trabajadora de los medios de comunicación, o bien, por cualquier persona, empresa u organización utiliza estos medios para producir y difundir contenidos que afecten de cualquier manera a las mujeres (violencia digital).

En otros casos, también se considera al ciberacoso dentro de este ámbito. En México, 3 de cada diez mujeres de 12 años y más usuarias de internet han sido víctimas de ciberacoso el último año, lo que equivale a 9.7 millones de mujeres. (INEGI, MOCIBA 2021). Este tipo de intimidación tiene lugar en medios digitales (redes sociales, WhatsApp, plataformas de juego, entre otros), siendo las mujeres que tienen entre 18 y 30 años las más afectadas. Además, son las mujeres quienes sufren el ciberacoso sexual con mayor frecuencia. Estas conductas comprenden insinuaciones sexuales (40.3 por ciento de las mujeres lo han padecido) y recepción de fotos o videos no solicitados con contenido sexual (32.8 por ciento) (ONU Mujeres, 2020).

Recursos adicionales sobre la Ley Olimpia: Infografía 1 / Infografía 2
Lee con atención y selecciona verdadero o falso de acuerdo a la afirmación

En síntesis:

  • Las mujeres pueden ser violentadas en su casa, en su trabajo, en la escuela, en la calle y en cualquier lugar.
  • Contrario a lo deseable, conforme pasa el tiempo, los lugares donde ocurre la violencia van diversificándose, por ejemplo, hoy hablamos de violencia contra las mujeres en el ámbito digital o en el político. Antes no era común el espacio digital ni tampoco era común que las mujeres participaran en política.
  • El ámbito más común es el familiar. Esto es alarmante porque las mujeres no están a salvo ni con su propia familia.
  • En todos los ámbitos, la violencia contra las mujeres puede ser cometida por diferentes personas. Por ejemplo, una mujer puede ser violentada por su pareja, sus padres, hermanos, tíos, primos, etcétera.
  • La violencia contra las mujeres puede tomar diferentes formas que se repiten en diferentes espacios. Por ejemplo, el acoso sexual puede ocurrir tanto en el trabajo, como en la escuela y en la calle.